miércoles, 28 de diciembre de 2011



¿Que ocurre en nuestros cielos?
¿Que se oculta tras las estelas en los cielos?

Escrito por Pedro Pozas Terrados, naturalista

Image Hosted by ImageShack.us Desde hace unos años a esta parte, es frecuente ver en nuestros paisajes, tomas de video, fotografías o estampas, una serie de estelas en el cielo de muy diversas formas y posiciones, desde líneas perfectamente trazadas y visibles, discontinuas, en zigzag, desordenadas en todas las direcciones, hasta en cuadrícula como si un gigante quisiera jugar a las tres en raya en el tapete azul del cielo. Pero lo curioso y tal vez lo inquietante, es que estas estelas en lugar de desaparecer de forma casi instantánea como lo que vemos en algunas de estas estelas dejadas por aviones comerciales, es que permanecen en el tiempo, horas enteras y cada vez se van ensanchando hasta cubrir el cielo con unas nubes delgadas, blanquecinas, que se van juntando con otras y donde antes veíamos un cielo despejado, horas después nos encontramos con un cielo cubierto por delgadas nubes.

¿Son estas estelas producto de un plan a nivel global en la lucha contra el cambio climático? Si es así..¿Por qué lo ocultan a la sociedad? ¿Con qué derecho intentan alterar el clima que puede en algún momento escaparse al control humano y originar algo peor de lo que se intenta combatir? Si no es así…¿qué son entonces estas estelas que permanecen horas en el cielo y que se expanden? Vapor de agua no, se evaporaría rápidamente….entonces..¿Qué pueden ser? ¿Pueden contener sustancias químicas que posteriormente caigan a las ciudades y campos? ¿Pueden ser metales pesados? Estas preguntas y muchas más, son las que indudablemente cualquier persona puede preguntarse ante el silencio que rodea este misterio.

Algunas administraciones, instituciones y empresas están desarrollando una nueva “ciencia”, la geoingeniería. Esta consiste en la manipulación del medio ambiente a escala global para provocar cambios que contrarresten los daños ambientales producidos por el ser humano a través de su actual sistema de vida, sin que este mismo sistema tenga que cambiar, reciclarse o modificar esas agresiones que originan el cambio climático. Una forma cómoda de quitarse el problema sin renunciar al actual beneficio de la globalización y encima sacar beneficios y rentabilidad en los nuevos mega-proyectos de la geoingeniería industrial.

Edward Teller, físico y padre de la bomba de hidrógeno, en un reportaje del Wall Street Journal de 1997, anunció que estaba a favor de inyectar partículas en el cielo que disgregasen la luz del sol en la estratosfera para evitar el calentamiento global. Paul Crutzen, Premio Nobel de Química, en agosto del 2006, propuso hacer un experimento consistente en desarrollar en la estratosfera películas de azufre para evitar que parte de la energía solar llegase a la Tierra. Quería lanzar con cañones, sulfuro de hidrógeno. Por oxidación, se forma dióxido de azufre, del cual, a su vez, también por oxidación se crean partículas de ácido sulfúrico. 

Pero..¿Estas mentes pensantes pensaban en las consecuencias que podrían originar en la salud de todas las personas? ¿Consideraban a las poblaciones víctimas colaterales de sus extravagantes ideas? ¿Pueden ser las estelas del cielo el desarrollo real de las tesis de estos supuestos científicos que les importa un bledo la vida de los demás?.
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